“Desde la escuela con voz”, un taller para pequeños radialistas en Lules 

POR EVA FONTDEVILA

¿Quién fue Eliseo Cantón? pregunto durante el viaje a Lules. Ni idea. Googleemos. Bueno, según Wikipedia “Fue un médico, cirujano, profesor y político argentino, fue diputado por su provincia y por la Capital Federal e interventor federal en Córdoba.” Mirá vos. Así se llama la escuela primaria donde los y las estudiantes de la materia Comunicación radiofónica hicieron su práctica en el primer cuatrimestre de 2025. La práctica acaba de terminar con una radio abierta protagonizada por niños y niñas de 5to. grado.

Llegamos a la escuela hace dos meses por su directora, Adriana Acuña. Como siempre, la buena voluntad de las autoridades es clave cuando de escuelas se trata. ¿Y cómo llegamos a la directora? Por recomendación de Sergio Osorio, referente del Centro de Trabajo Popular Mate Cocido, del barrio ATE de San Miguel de Tucumán. La directora cambió de locación de trabajo pero se llevó con ella la buena experiencia de trabajo en la Escuela Capitán de los Andes. Porque el conocimiento y la experiencia son así, se llevan en el cuerpo, la cabeza y el corazón. 

Con la organización Mate Cocido hace años que compartimos prácticas. Los y las estudiantes de Ciencias de la Comunicación llevaron adelante numerosos proyectos en las escuelas del barrio y en la FM del Mate. Hay tesinas escritas a partir de la experiencia y muchos viajes de ómnibus en la línea 10. También varios conciertos de la orquesta infantil y juvenil “Chivo Valladares” en nuestra facultad.

Una reunión de meet y ya tenemos un acuerdo: coordinados por la colega Valentina Abella, de la cátedra de Comunicación radiofónica, un grupo de estudiantes realizará un taller de radio en la escuela. La directora gestionará el traslado y listo. Cuando comienza la cursada de la materia se convoca y hasta hay que seleccionar porque los voluntarios son muchos. 

Un par de meses más tarde, todo es fiesta en el patio de la escuela. Los chicos y las chicas de 5º grado están a punto de mostrar sus producciones sonoras: micro programas enlatados sobre seguridad vial, cuidado del ambiente y prevención en salud. Cada estudiante universitario tuvo a cargo un grupo de niños y en sucesivos encuentros en la escuela trabajaron sobre los elementos del lenguaje radiofónico, géneros y formatos, y la propuesta de una radio abierta.

Suena un separador que pone al aire la identidad del proyecto: Desde la escuela con voz. Las conductoras del programa son Denisse y Abril y la operación técnica está a cargo de Tomás. Completan el equipo Ivana, Julieta, Agustina y Matías.

Tomás manda un mensaje unos días después: “fue una experiencia enriquecedora en muchos sentidos. Lo más destacable fue llevarles una propuesta de producción donde el contenido era sonoro, algo poco tenido en cuenta por ellos y por todos en general, ya que transitamos un momento donde la imagen juega un papel protagonista. Acercar esto constituyó en una posibilidad para que conozcan las posibilidades del hacer radio e incentivar a que lo pongan en juego en su institución”.

Pasamos un par de horas en ese patio, que como buen patio de escuela primaria alterna un poco de griterío con un silencio respetuoso, caras rojas de correr en el recreo y risas pícaras. Algunas profes, mientras tanto, diseñan un cartel enorme de paño en honor al General Güemes, porque se viene el aniversario de la muerte, y con ello el feriado del 16 de junio.

Al micrófono, las voces de los niños y las niñas suenan, al principio un poco tímidas pero después sueltas; los estudiantes universitarios, totalmente a cargo y llevando el ritmo de la emisión. Con respeto y admiración por esos chicos y chicas que pusieron trabajo, dedicación y amor a producir contenidos de sensibilización. Uno de los micro programas incluye actuaciones: los personajes son un periodista, una movilera, un bombero y un médico, porque se comunica la cobertura de un accidente vial. En otro programa el tema es el ambiente. ¿cuánto tarda en degradarse la basura? ¿Qué podés hacer para cuidar la casa común? No hacer fuego en el bosque, no verter basura en los ríos, son algunas de las recomendaciones.

En un momento se produce el efecto de sonido más esperado: el timbre del recreo. ¿Quién no reconocería ese anhelado riiiiiiiiin si todos fuimos escolares alguna vez? Los chicos y chicas que están sentados en el piso del patio salen eyectados; algunos corren, otros juegan a la pelota, o con las cartas contra la pared. Varios se acercan a los “profes” que vinieron de la facultad. Están emocionados y demuestran su afecto.

A la vuelta del recreo, que dura como 7 minutos,  volvemos a sentarnos en el patio. La profe pide silencio para retomar el programa “Desde la escuela con voz”. Se reproduce el último micro programa y se da por finalizada la emisión. Dicen unas palabras Valentina, la coordinadora, y la directora de la escuela, que pone en valor la articulación con la Facultad y la cátedra de Comunicación radiofónica. 

Los aplausos se extienden un buen rato, las felicitaciones y se sacan muchas fotos. Los chicos de 5to quieren ser retratados con quienes los ayudaron en este camino de ser radialistas al menos por un tiempo. Se van ordenando las cosas y vuelven a su aula. En la despedida algunas niñas lloran, dicen que van a extrañar a nuestras alumnas de la facu. En la combi estos comunicadores en formación también se aflojan, todo salió de 10 y dicen que también extrañarán a los niños y las niñas. Nos vamos transformados por el vínculo, por el acompañamiento institucional, porque la comunicación excedió el taller de radio y los productos que produjeron, grabaron y editaron. 

Para Abril, “La experiencia de práctica socioeducativa fue sumamente enriquecedora, llena de valores, habilidades y aprendizajes que la tendremos presente siempre. Sinceramente estoy muy contenta de todo lo que hicimos”.

Pasan los días, las urgencias cotidianas nos llevan por otros lados, pero las sensaciones quedan en el cuerpo y en la cabeza; cerramos un proceso que demandó coordinación, esfuerzo y saberes puestos en juego. Los estudiantes de comunicación que conformaron el grupo no se conocían de antes, y quedó armado un verdadero equipo capaz de trabajar y producir con seriedad y cariño: una amalgama de universidad pública, territorio, comunicación, educación y humanidad.

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