POR MARTINA DE LOS RÍOS VAJANI & MARÍA GRACIA FASSORA
“No podemos hacer nada”, fue la respuesta que la Justicia tucumana le dio a Camila luego de que sus fotos íntimas fueran difundidas. Ella solo tenía 15 años cuando esta situación inició, que luego se vio agravada unos años después, en el 2020, cuando una persona comenzó a acosarla y también a su familia, amenazando con mostrar ese contenido.
Al inicio del 2020, con el arribo de la pandemia y en medio de la cuarentena que en nuestro país se extendía cada vez más, finalmente la Justicia decidió archivar su causa con la justificación de que no existía ningún tipo de delito. Dentro de los marcos jurídicos no existía ningún tipo de ley, reglamento o norma que les permitiera actuar sobre estos casos. Tal como cuenta Camila Segli: “no existía lo que me había pasado, no existía, no tenía nombre, no entendían ellos cómo encarar. Entonces básicamente no existe, lo archivaron”, respondió en diálogo con Nuevo Trópico.
En medio del desamparo , gracias a una publicación en la red social X (ex Twitter), ella logró ponerse en contacto con más mujeres que habían pasado por una situación similar y tampoco habían sido escuchadas. Según relata: “Entonces, me junto con un grupo de chicas que ya venían como tratando de hacer campaña en contra de la violencia digital. Una chica de acá es de Tucumán, otra chica de Jujuy y una chica de Santa Fe, y ahí nos reunimos entre nosotras, y conocemos que existía una ley que se llamaba Ley Olimpia, que se había sancionado en México”, donde la activista Olimpia Coral Melo, sobreviviente de violencia digital, impulsó una ley pionera que inspiró a otros países.
Es a partir de ahí, que este grupo de mujeres comenzó en 2021 a contemplar la idea de presentar un proyecto de ley para combatir la violencia de género digital, teniendo éste, fuertes raíces tucumanas. “Y literalmente, a través de una diputada (Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad del Congreso de la Nación) que habíamos conocido y una abogada que también luchaba contra la violencia digital que era de una organización de Buenos Aires que se llama GENTIC” de acuerdo con el relato de Camila, fue posible la presentación del proyecto de ley, que llevaría el mismo nombre, Olimpia.
La Ley Olimpia (Ley N.º 27.736) fue sancionada el 10 de octubre de 2023 y publicada el 23 de octubre del mismo año en el Boletín Oficial mediante el Decreto 542/2023.
¿Qué es Ley Olimpia?
Ley Olimpia es una “normativa que tipifica la violencia digital como una forma de violencia de género e incorpora mecanismos para su penalización y prevención, como la eliminación de contenidos digitales sin consentimiento, censura judicial de plataformas, y medidas cautelares para proteger a las víctimas”. Tiene el fin de proteger los derechos y bienes digitales, así como el acceso, permanencia y desenvolvimiento en el ámbito digital.
Define la violencia digital o telemática como toda acción u omisión, basada en el género, que use tecnologías de la información y la comunicación para causar daños físicos, psicológicos, económicos, sexuales o morales. Incluye conductas como la difusión sin consentimiento de material íntimo o de desnudez, la reproducción de discursos de odio misóginos o sexistas en redes sociales, situaciones de acoso, amenazas, extorsión, control o espionaje digital, accesos no autorizados a cuentas o dispositivos, robo y difusión de datos personales y, en general, cualquier ciberataque que afecte los derechos de las mujeres.
La Ley Olimpia se incorpora a la Ley 26.485 de violencia contra las mujeres, extendiendo la protección a los espacios digitales y garantizando el respeto por la dignidad, identidad, reputación y libertad de las mujeres en internet. Sin embargo, todavía no es una ley tipificada, esto es, que todavía no se modificó el Código Penal para que se establezca que difundir material íntimo de una persona sin su consentimiento, sea un delito.
A pesar de ello, la ley fue aplicada por primera vez en Tucuman dos días después de su promulgación en el país. El Juzgado de Familia y Sucesiones de Monteros, a cargo de la Dra. Mariana Rey Galindo, resolvió una medida de protección tras comprobar que un hombre difundió en redes sociales imágenes de su hija menor con información judicial reservada, lo que vulneró la confidencialidad y afectó la privacidad de la niña y de su madre. La jueza calificó la situación como un caso de “violencia familiar facilitada por las nuevas tecnologías”.
Cada vez más personas sufren situaciones de difusión no consentida de imágenes íntimas, acoso en redes, discursos de odio y otras formas de violencia que ocurren en los entornos digitales. Ley Olimpia surge como respuesta a este problema creciente.
“Nunca va a ser sólo una ley, es una colectividad”
La Ley Olimpia es, en definitiva, el resultado del trabajo conjunto entre activistas, sobrevivientes de violencia digital e instituciones que comprendieron la urgencia de legislar en este campo. Tal como resalta Camila: “nosotras lo hicimos por las otras, lo hicimos por nuestras hijas, por las hijas de nuestras hijas, por nuestras sobrinas, por nuestras amigas”.
Más allá de las sanciones, esta normativa visibiliza que lo que ocurre en el mundo digital tiene consecuencias reales y profundas, y que la violencia en internet también es violencia de género. Se trata de un avance fundamental para garantizar derechos y proteger la vida de miles de mujeres en los entornos digitales.
Camila, como futura abogada tucumana, pero sobre todo como impulsora de esta ley, nos cuenta su rol y su evolución frente a estos episodios: “Yo si bien soy estudiante de abogacía, soy mujer y además, yo fui víctima. Porque las víctimas más que nadie, sabemos cómo uno se siente. ¿Pero qué pasa? Que vos le preguntes siempre a la víctima lo que le ha pasado, condenandola a ese lugar, y nosotras ya no somos sólo víctimas, somos abogadas, somos psicólogas, somos trabajadoras sociales, hicimos una ley. Fue mi transición, una evolución personal de víctima a otra cosa distinta, de yo ya no soy víctima, yo ya luché, yo ya batallé, yo ya soy esto”.
La Ley Olimpia es una forma de justicia. En palabras de una sobreviviente, Segli recalca: “para mí nunca va a ser solo una ley, nunca va a ser una simple reforma, un proyecto del Código penal o de la ley de violencia de género. Para mí, podríamos decir, es la única justicia que yo tuve. Porque uno de los principios que tiene el derecho, es que la ley no tiene efecto retroactivo. ¿Qué quiere decir esto? Que una ley que se sanciona rige desde ese momento en adelante. Entonces a mí jamás me va a servir Ley Olimpia. Para mí fue encontrar la única manera en la que yo pude luchar en contra de lo que me pasó.”
Ley Olimpia, invita a replantearnos y visibilizar cómo es posible que aún en los espacios digitales, los cuerpos de las mujeres no descansan del acoso y la propiedad del hombre. Invita a darnos cuenta de cómo el patriarcado está arraigado a todos los espacios de nuestra vida, y que se ve agudizado por la incorporación de las nuevas tecnologías. Es un momento para pensar qué otras medidas podemos tomar para combatirlo y para educar a la sociedad sobre esta problemática, promover la empatía y luchar por una sociedad más igualitaria.