Nuevo Trópico es un experimento de periodismo universitario con talleres de redacción. Es un medio y una materia optativa. El objetivo es que se constituya como el medio de comunicación de la Carrera, uniendo a docentes, no docentes, estudiantes, egresados y profesionales que pasaron por estas aulas entre audiencia y los productores de contenido.
Nuevo Trópico surge como preocupación histórica de la carrera de Ciencias de la Comunicación sobre las prácticas profesionales. En tiempos del rectorado de Horacio Descole, a mediados de los años ’40, entre la oferta académica, estaba la Escuela de Periodismo. Y como toda carrera necesita de prácticas. La UNT creó entonces Trópico: el periódico escrito de nuestra casa de estudios. El nombre hacía referencia al momento en que la UNT era una universidad en expansión regional y la característica del NOA como región atravesada por el trópico de Capriconio. Entonces, pues, justificado el nombre del medio y su insignia inicial, TRÓPICO.

Pasaron los años y la aventura de la Escuela de Periodismo fue dejada de lado. La UNT sí se preocupó luego por ampliar su oferta de extensión: tuvo Canal 10 como canal de televisión universitario en 1966, tuvo Radio Universidad en 1989. En 2004 se crea la carrera de Ciencias de la Comunicación pero… no tiene medio para hacer gráfica.
El sentido del papel queda descartado por los costos y su retroceso como soporte de periodismo gráfico. Quienes lanzamos este proyecto pensamos entonces entonces que si tuvimos un Trópico, ahora debíamos tener un Nuevo Trópico y que sea digital.
La aventura del Nuevo Trópico se cimenta en un contexto específico que vuelve en partes iguales ambicioso y naif a nuestro proyecto: frente al cierre y vaciamiento de los medios públicos, tanto con el cierre de Télam como con el desmantelamiento de las Universidades y del sistema científico nacional con el ajuste brutal y con sevicia salvaje; frente a la crisis del modelo de empresas periodísticas; frente a la proliferación de fakes news con más facilidad que nunca y con audiencias que reconocen que no les interesan las noticias y que prefieren preguntarle todo a una IA que responde a multimillonarios es que nosotros decimos “Salgamos con nuestro medio”.
La pregunta era, una vez nacidos como un medio de redes sociales, usando Instagram, Facebook y un linktree como ecosistema, cómo conformamos esa primera redacción: la respuesta era, lógicamente, con estudiantes, para que tengan sus primeras experiencias en un espacio periodístico donde la lógica es aprender antes que publicar, si no tenemos producciones listas, esperemos y trabajemos más. Así es como nace la optativa anual, cuyo objetivo está alejado del cursado tradicional: se aprueba haciendo un piso de producciones y en el camino atravesaremos por todos los conflictos habituales de la redacciones y los medios. Si bien el espacio para publicar video, podcast, carruseles, notas y demás está abierto a toda la población universitaria, el músculo es plenamente estudiantil. En el fondo, el axioma histórico se mantiene vigente: una redacción sin periodistas jóvenes no es una redacción, es una reunión de consorcio.
El objetivo central es el crecimiento, que el 90% de las producciones que vean por nuestras vías sean de los estudiantes de la carrera y que las intervenciones de los socios fundadores, Rubén Kotler, Diego Toscano y Martín Dzienczarski, se limiten simplemente a ayudar con la edición, a moldear los enfoques y a mantener el norte de que la apuesta es siempre por el periodismo híperlocal (salvo por esta nota inicial de presentación). Como cerramos aquella presentación en el Congreso de REDCOM de 2024: en tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos donde es todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, habrá que declararse incompetente en todas las materias del mercado, si hay estudiantes, habrá periodismo para rato.