7 de Junio, ¿Feliz día a todos? 

POR FLORENCIA ROJAS & MAURO OLMOS

¡Feliz día a todos los que nos dedicamos al periodismo y a la comunicación! pero ¿realmente podemos vivir felizmente dedicándonos a comunicar? ¿Se puede festejar una profesión en la que la mayoría de sus trabajadores deben tener más de un empleo para poder vivir y aún así no pueden hacerlo plenamente?

Un campo minado

Incontables son las problemáticas que envuelven al campo de la Comunicación y el Periodismo, pero podemos enumerar solo algunas de ellas para visualizar la situación actual del oficio, que es de lo que vá esta nota: Primero, no es la profesión mejor pagada. Cierto es que el salario de un profesional de la comunicación y de un periodista depende diversos factores como la experiencia del sujeto, la ubicación del lugar del trabajo, el tipo de medio (público o privado) al que se pertenece, el nivel de responsabilidad que se tiene, la formación y educación adquirida para el ejercicio de la profesión, y el nivel de desarrollo continuo son categorías que influyen en el poder adquisitivo. Sin embargo, el piso básico salarial no responde a la realidad inflacionaria, produciendo un desfase entre la nómina salarial y el contexto crítico actual. Por otro lado, la creciente cultura de la censura a colegas que desempeñan diferentes funciones en medios de comunicación, representa un ataque a la libertad de expresión y el derecho de buscar, recibir y difundir información e ideas.¿La consecuencia de esto? la imposibilidad de expresar opiniones y el debilitamiento de la Democracia al no permitirse la participación ciudadana, la crítica al poder y el debate público. Entonces, si no se permite la discusión de ideas, el conocimiento de nuevas perspectivas y la formación de una opinión pública informada, se obstaculiza el desarrollo humano de manera plena y la búsqueda de la verdad. Por último,y no menos importante,las campañas de desprestigio y bloqueo hacia la actividad periodística por parte del poder resultan de estrategias utilizadas para ocultar o disfrazar sus prácticas corruptas, para esto necesitan desacreditar a expertos de la palabra que fiscalizan y neutralizan sus perversos actos. Ante estas problemáticas surge una interrogante: ¿qué hacer ante los constantes ataques y crisis que ponen en riesgo la continuidad del trabajo de Comunicadores y Periodistas?

Callar o hablar 

7 de junio, día del periodista ¿resulta solamente importante reconocer la labor de todos?¿este gesto responde al contexto actual que están atravesando los medios de comunicación? Evidentemente no. A pesar de resultar gratificante, nos urge reemplazar  felicitaciones por gratitud, indiferencia por preocupación y desdén por empatía. El compromiso por alcanzar estos valores y conformar una sociedad sosiega también parte de la responsabilidad acerca del tipo de periodismo que se debe hacer, invitando a colegas del ámbito a desvincularse de  la conformidad y el silencio que los inyectan de comodidad, y que obstaculiza su mirada crítica y analítico de la realidad, fin último (preferentemente) al que debieran apuntar. Pero no pretendemos únicamente atribuir de responsabilidad a profesionales de los medios de comunicación,también es un llamado a la participación e intervención ciudadana,alentandolos a que utilicen las herramientas que tienen a su disposición para que no adhieran a discursos que agreden el valor y la importancia de la expresión.

Decir “no odiamos los suficiente a los periodistas” o poner en marcha prácticas represivas que atentan con el buen ejercicio moral y ético de la comunicación, terminan en hechos lamentables y resonantes como el del fotoperiodista Pablo Grillo, además de corresponder a situaciones de pronunciamiento que buscan legitimar esa agresión o resentimiento hacia quiénes velan siempre por la verdad. Revertir estas situaciones y  visualizarlas son labores que día a día resultan difíciles de remediar, pero no imposibles de conseguir.

Por ello, podemos defendernos haciendo lo que mejor sabemos hacer: informar, comunicar, luchar contra esa desinformación y posicionarnos. “No darlo todo por perdido, buscar las uniones, las alianzas, los caminos para poder hacer un periodismo digno” dice Silvina Cena, periodista en Enterate y Canal 8.

En él vemos la importancia de lo colectivo a la hora de ejercer nuestra profesión, formar redes de contención y de ayuda mutua entre colegas e instituciones buscando un mismo objetivo: relatar la realidad con la verdad.

¿Qué pasa en la realidad?

Nos persiguen, censuran, fusilan y nos atacan por el hecho de documentar con vocación el retrato de una realidad agitada.  

Nos rotulan de ensobrados, pero ¿Cuáles serían los motivos? cuando aquellos que más luchan son los medios que se organizan de manera autogestionada. Nos llaman también sicarios con credencial, pero no estamos dentro de la selección de periodistas privilegiados que asienten la violencia discursiva en conferencias amuralladas y con acceso restringido. Somos pauteros, pero no somos nosotros quiénes nos quedamos con los fondos previstos en la ley de fomento de medios comunitarios. 

Somos mentirosos seriales, pero hablar sin sustento real, sin argumentos y  sin fuentes, responde más a un periodismo banal propio de la mediocridad de los amigos colocados por la mano del poder. Buscan desplazarnos y descalificarnos de la escena democrática, y en su afán de conseguir el monopolio de la información, están dispuestos a inmovilizar las ideas revolucionarias y debilitar el proceso de emancipación. Constantemente se dice que ningún medio es de fiar, pero como una ironía, repiten como un discurso memorizado aquello que ven en portales digitales, siguiendo sin algún tipo de cuestionamiento a sus líderes de opinión. Entonces, ¿cuál es la verdadera realidad?.

Un periodismo sostenido desde la resistencia , que busca narrar historias extrayendo fragmentos de la realidad para brindar espacios de debate, charlas y discusión en un momento donde la precarización,la censura y la estigmatización apedrea al periodismo como herramienta esencial para la democracia.

En conclusión,debemos formar lazos con nuestros pares dentro del campo y alentar a que más periodistas comiencen a posicionarse dentro de este espacio,para desnaturalizar la situación violenta que se transita. Desde Nuevo Trópico invitamos a reflexionar el lugar que ocupan los comunicadores en la sociedad, hacer una mirada crítica del consumo mediático, extrañarse de aquellos discursos de odio reiterados circulantes. Este debate es de suma importancia para abrirnos paso a una suerte de defensa de supuestos que recaen bajo nuestro trabajos, contribuyendo a un país y un periodismo democrático, justo y libre, que respete la realidad y la verdad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *